SIN REMEDIOS Reseña

Sin Remedios

Óscar León Martín.

Boria ediciones.

1ª Edición de abril 2017.

Sin Remedios tiene algo de cinematográfico, algo de historia pasada y contemporánea entendida como vivencia, mucho de leyendas, así como de  clases de geografía e historia para curiosos de la cultura,  o estudiantes, y en cuyas páginas vale la pena perderse porque el conjunto está perfumado por el inconfundible aroma  del pan caliente.

Si bien en una primera lectura podría asimilarse a una saga de mujeres, paulatinamente éstas sobrepasan las líneas y las trascienden por su espesura, rebeldía,  y esa libertad a la que las de generaciones anteriores aspiraron y por las que respirarán las siguientes, escapando inclusive a las letras que las sujetan.

A los cinéfilos nos puede recordar Sin Remedios a  esas cintas que se entrecortan en un punto y narran historias que en un principio nos resultan inconexas hasta encontrarles esa línea en la converge un todo.  Como en Amores perros, o  en Short Cuts –Vidas cruzadas-.

Si pienso en el cine también se debe a  que su autor, Óscar León,  ha decidido insertar en esta saga de Sin Remedios a personajes secundarios masculinos, Antón, Jaime, Clemente, Roberto, Alberto pero que no llegan a la altura de nuestras Remedios. 

Solo uno se salva ya que le confiere una capa  humana:  y es  Martín - único personaje central masculino- que inicia la novela con referencias al universo del celuloide.

Martín, se nos presenta como la metonimia de Hárrison Ford, que va rodando y conduciendo su vida desde los parajes de una Castilla austera: Valladolid,   hasta aparcar el coche en  una Granada florida y nevada, ardiente de fríos orgásmicos tapizados de leyendas, letra incólume de una historia presente y pasada. Turisteando y deambulando de su mano, nos encontraremos con una testigo argentina cuya presencia viene a aunarse a la de  nuestro pasado y futuro históricos, entremezclando  dictaduras y memoria,  para acabar Hárrison Ford su kilometraje  ante el mar majestuoso de una Cartagena donde el destino le conducirá y sin voluntad de elegirlo hacia un azar lleno de buenos presagios.  

Por ser Martín el epicentro masculino dentro de este universo donde la mujer parece ser la única que asuma su propio destino, empezaré por esas alusiones al mundo del cine al que hace referencia: son tres.    Y será a través de esta trilogía donde se puntualizará su trayectoria amorosa: Blade Runner 1, Titanic, y No te mueras sin decirme a dónde vas. en la que se cruzará con Rosario, Nuria, (Marta), y Remedios.

Este tríptico nos muestra las rupturas en su camino y  nos dirigen  a callejear de su mano  entre ficción, leyendas y poesías, mientras vagamos por sus recuerdos  y su presente haciéndonos sentir así  replicantes,  náufragos, o espejismos de nosotros mismos.

Sin Remedios es la radiografía de varías épocas. Es presente, pasado, y un futuro con ese interrogante que nos desconcierta por resultarnos tan afín. Son páginas con referentes históricos en las aulas donde se sientan los descendientes de los vencedores y los vencidos. Una lección de historia y de vida.

Es la autopsia  de la crueldad de aquella guerra, con sus rencores hacia los rojos, asesinatos, fuga de intelectuales, represión hacia la mujer, hacia cualquiera que le hiciese sombra al régimen, con todos sus prejuicios, y un arrepentimiento tardío. Es reflejo de  perdones que llegaron tarde ante los aullidos de la memoria.  Es orfandad y golpes bajos, pero  al mismo tiempo fuera de ese ostracismo,  también es un canto a la vida y a la libertad, es ese huir de un destino que se nos pretende asignado. 

Aventura, tragedia, sueños y destinos llenos de tristeza y esperanzas.

Sin Remedios, más allá de un nombre es también sinónimo de aquella y de esta lucha así como de las venideras, síntesis  de una batalla contra lo que se nos tiene deparado como algo sin remedio(s) y frente a lo que estas mujeres se oponen desde que nacen. 

Es un homenaje a la mujer, y a la historia, es un ir contra la sumisión, es un aire limpio a la libertad de cada trayectoria que nos trazaron dándolas por hecho.  Es igualmente la manifestación de la rebeldía ante cualquier destino forzado,  un homenaje al libre albedrío que sólo aquí los hombres parecen dejar al azar, imponer, o ser incapaces de asumirlo.

Y aquí ya sólo hablo como mujer...

Leedlo. Es altamente recomendable.

Ya va por su 3ª edición.

Y sólo te digo, Gracias, querido Óscar. 

Noelplebeyo os cuenta